21/08 - La Santa Mártir Basa y sus tres hijos Teognio, Agapio y Pisto


La Santa Mártir Basa y sus hijos Teognio, Agapio y Pisto vivían en la ciudad de Edesa de Macedonia; ella estaba casada con un sacerdote pagano. Desde su niñez Basa había sido criada en la Fe Cristiana, la cual le transmitió a sus hijos.


Durante el reinado del emperador Maximiano Galerio (305-311 d.C.), el marido denunció a su esposa y a sus tres hijos al procónsul Vicario. Tras confesar Basa que era Cristiana, Vicario los encerró a ella y a sus dos hijos mayores en prisión.


Teognio, el hijo mayor, fue suspendido en el aire y su pecho cruelmente golpeado. También le arrancaron las uñas, pero lo aguantó todo valientemente invocando a Dios. Su madre Basa lo animó para aguantar hasta el final.


Tras torturar a Teognio, fue flagelado el segundo hijo, Agapio. Los torturadores paganos le despellejaron de la cabeza hasta el pecho, arrancándole la piel a tiras. El atleta de Cristo soportó el dolor con el apoyo de su madre, mientras repetía las palabras: "Nada es más gratificante que sufrir por Cristo". 


Después fueron a por el más joven, Pisto, quien también confesó a Cristo y soportó las torturas. Enfurecidos los paganos ante su confesión, le rompieron los huesos y las articulaciones. Después fueron decapitados los tres hermanos.


Mientras tanto, Santa Basa continuaba encarcelada y sin recibir alimento, pero un ángel la fortalecía con alimento celestial. 


Cuando el procónsul Vicario fue a Macedonia, ordenó que Basa fuese llevada con él. Allí fue obligada a adorar a los ídolos en un templo pagano. Pero debido su negación y a que con su oración hizo pedazos una estatua de Zeus, trataron de ahogarla y quemarla, apedreándola y soltándola a las fieras. Pero ella permaneció ilesa. Luego llevaron a la Mártir a unos 6 kilómetros al interior del mar para ahogara, pero fue rescatada por tres hombres radiantes (San Nicodemo el Atonita sugiere que éstos eran sus hijos, previamente martirizados).


Ocho días después, Santa Basa se dirigió en barco a la isla de Alono, que se encuentra debajo del antiguo Helesponto helénico, en el actual Estrecho de Dardanelos. Un hombre llamado Felipe informó al Vicario de Macedonia del paradero de Basa. A su vez, el Vicario escribió al cónsul de Cícico en el Helesponto para que arrestase a Bassa. Después de haber investigado sobre ella y arrestarla, la intentó persuadir para que sacrificara a los ídolos. Pero no lo consiguió, por lo que la ataron las manos a la espalda y la aplastaron y magullaron sus extremidades con varas de hierro. Luego Basa fue decapitada, entregando su alma y recibiendo la inmarcesible corona del martirio.


Para el año 450 ya había una iglesia en honor a la Santa Mártir Basa en Calcedonia.



Fuente: laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

Adaptación propia