Gál 2,6-10: Hermanos, de parte de los más cualificados (lo que fueran o dejaran de ser entonces no me interesa, que Dios no tiene acepción de personas), los más representativos no me añadieron nada nuevo; todo lo contrario, vieron que se me ha encomendado anunciar el Evangelio a los incircuncisos, lo mismo que a Pedro a los circuncisos, pues el mismo que capacita a Pedro para su misión entre los judíos, me capacita a mí para la mía entre los gentiles; además, reconociendo la gracia que me ha sido otorgada, Santiago, Cefas y Juan, considerados como columnas, nos dieron la mano en señal de comunión a Bernabé y a mí, de modo que nosotros nos dirigiéramos a los gentiles y ellos a los circuncisos. Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo cual he procurado cumplir.
Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española