Lc 9,7-11: En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?». Y tenía ganas de verlo. Al regresar los apóstoles, le contaron todo cuanto habían hecho, y tomándolos consigo, se retiró a solas hacia una ciudad llamada Betsaida; pero la gente, al darse cuenta, lo siguió. Jesús los acogía, les hablaba del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación.
Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española