Ef 6,18-24: Hermanos, siempre en oración y súplica, orad en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con constancia, y suplicando por todos los santos. Pedid también por mí, para que cuando abra mi boca, se me conceda el don de la palabra, y anuncie con valentía el misterio del Evangelio, del que soy embajador en cadenas, y tenga valor para hablar de él como debo. Tíquico, hermano querido y ministro fiel del Señor, os informará de todo para que sepáis cómo me va y lo que hago. Para ello os lo envío, para que tengáis noticias mías y para que os dé ánimos. A los hermanos, paz, amor y fe de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo. La gracia para todos los que aman al Señor Jesucristo con amor incorruptible.
Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española