Lunes de la XVIII Semana


Ef 4,25-32: Hermanos, dejaos de mentiras, hable cada uno con verdad a su prójimo, que somos miembros unos de otros. Si os indignáis, no lleguéis a pecar; que el sol no se ponga sobre vuestra ira. No deis ocasión al diablo. El ladrón, que no robe más; sino que se fatigue trabajando honradamente con sus propias manos para poder repartir con el que lo necesita. Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen. No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios con que él os ha sellado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.



Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española