Viernes de la XI Semana de Lucas


Lc 20,19-26: En aquel tiempo, los sumos sacerdotes y los escribas, comprendiendo que había dicho la parábola por ellos, intentaban echarle mano en aquel mismo momento, pero tuvieron miedo al pueblo. Y, manteniéndose ellos al acecho, le mandaron unos espías que simulaban ser justos, con el fin de sorprenderlo en alguna palabra y así poder entregarlo al poder y autoridad del gobernador. Le preguntaron, pues: «Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud y no tienes acepción de personas, sino que enseñas según verdad el camino de Dios. ¿Es lícito que nosotros paguemos tributo al César o no?». Habiendo advertido su astucia, les dijo: «Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen y la inscripción?». Le dijeron: «Del César». Y él les dijo: «Pues bien, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Y no pudieron acusarlo ante el pueblo de nada de lo que decía; y se quedaron mudos, admirados de su respuesta.



Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española