Viernes de la XXIII Semana


1 Tes 2,14-20: Hermanos, vosotros seguisteis el ejemplo de las iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros propios compatriotas exactamente lo mismo que ellos de los judíos, que mataron al Señor Jesús y a los profetas, y nos persiguieron a nosotros; estos no agradan a Dios y son enemigos de todo el mundo; impiden que hablemos a los gentiles para que se salven, colmando en todo tiempo la medida de sus pecados; pero la ira descargó sobre ellos hasta el extremo. Por nuestra parte, hermanos, al vernos separados de vosotros por breve tiempo, físicamente, no con el corazón, redoblamos los esfuerzos para ir a veros personalmente, tan ardiente era nuestro deseo; porque nos propusimos haceros una visita, y, en particular, yo, Pablo, una y otra vez, pero Satanás nos lo impidió. Al fin y al cabo, ¿quién, sino vosotros, puede ser nuestra esperanza, nuestra alegría y nuestra honrosa corona ante nuestro Señor cuando venga? Sí, vosotros sois nuestra gloria y alegría.



Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española