Lunes de la XXVI Semana


1 Tim 1,1-7: Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, Salvador nuestro, y de Cristo Jesús, esperanza nuestra, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. Al salir para Macedonia, te encargué que permanecieras en Éfeso; tenías que transmitir a algunos la orden de que no enseñaran doctrinas diferentes ni se ocuparan de fábulas y de genealogías interminables, cosas que llevan más a disquisiciones que a la realización del plan de Dios de acuerdo con la fe. Esta orden tiene por objeto el amor que brota de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera. Algunos se han desviado de estas cosas y se han vuelto a una vana palabrería; pretenden ser maestros de la ley, cuando no saben lo que dicen ni entienden lo que tan rotundamente afirman.



Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española