2 Tes 3,6-18: Hermanos, en el nombre del Señor Jesucristo, os mandamos que os apartéis de todo hermano que lleve una vida desordenada y no conforme con la tradición que recibió de nosotros. Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros. No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo que imitar. Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo. A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan. Por vuestra parte, hermanos, no os canséis de hacer el bien. Si alguno no hace caso de lo que decimos en la carta, señaladlo y no tratéis con él, para que se avergüence. Pero no lo consideréis como un enemigo, sino corregidlo como a un hermano. Que el mismo Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos vosotros. El saludo va de mi mano, Pablo; esta es la contraseña en toda carta; esta es mi letra. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros. Amén.
Fuente: Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española